SALUD PÚBLICA EN PANAMÁ Y LA CSS "LA CRONICA DE LOS ULTIMOS 30 AÑOS DE AGONÍA POR VIVIR"

C.S.S


La Caja de Seguro Social (CSS), es una institución pública de la 
República de Panamá que se encarga de la planificación, control y administración de las contingencias de la seguridad social del país. Fue fundada el 21 de marzo de 1941, por medio de la Ley N° 23. La sede principal está en la ciudad capital. Esta institución pública es la que con mayor frecuencia visitan los ciudadanos panameños con respecto al tema de seguridad social.

            En el Sistema Nacional de Salud, la Caja de Seguro Social asegura al 80% de la población, dando servicios de salud y prestaciones económicas, el 20% de la población denominada no asegurada, es atendida a su costo en el Sistema Nacional por el Ministerio de Salud.

            Desde 1941 a la fecha esta institución a estado plagada de bajas y hoy día su  poca institucionalidad se ha convertido en un problema que amenaza el derecho a la salud de mas de cuatro millones de Panameños, 81 años han pasado hasta nuestros días para establecer  de una vez por todas que  la atención de salud en materia de instalaciones, medicamentos, cirugías, así como el trato que deben brindar quienes laboran en estas áreas de salud en Panamá es deficiente y deplorable.

PROBLEMAS ESTRUCTURALES

 

1.      Corrupción generalizada

2.      falta de transparencia y rendición de cuentas

3.      burocracia desfasada

4.      conflictos de intereses

consecuencias

1.      oligopolio y monopolio farmacéutico

2.      la  falta de medicamentos e insumos,

3.      dificultad para citas con médicos especialistas,

4.      la mora quirúrgica,

5.      saturación de cuartos de urgencias,

6.      falta de cama para hospitalizarse

7.      quejas por trato inadecuado a las personas.

 

            La Caja de Seguro Social cubre el 87% de la población panameña con un crecimiento poblacional de 1.8%, con una esperanza de vida en 2016 de 78 años. En el año 2018, se usaron 48 millones de las reservas. En el 2019, se utilizó unos 228 millones del Fondo de IVM solidario, según datos suministrados por la institución.  Se espera que al menos 25,000 millones de balboas en los próximos cinco años pasen por la caja de seguros social,  lo cual supera con creces los ingresos del Canal de Panamá, sin embargo mas de la mitad se gasta en medicamentos a precios exorbitantes y otra parte en la abultada planilla que responde a intereses políticos.

 




            Entre los escándalos mas recientes surge la noticia de que el Ministerio Público  para el jueves 19 de abril de 2018, investigo a través de la Sección de Atención Primaria de la Fiscalía Anti corrupción  a 14 empresas, supuestamente vinculadas a un desfalco por el orden de 300 millones de dólares en la Caja de Seguro Social, realizado a través del Sistema Integrado de Prestaciones Económicas, utilizado para la afiliación de asegurados a la institución de salud. De acuerdo a la Fiscal de Circuito de Atención Primaria de la Fiscalía Anticorrupción, Marina García Collado, la investigación que abrió de oficio el viernes 13 de abril de 2018, pretende acreditar si las 14 empresas que están siendo señaladas, mantienen a algunas personas afiliadas con la Caja de Seguro Social, por lo que tendrán que remitir a la fiscalía un listado de los trabajadores.

            Los panameños no han podido romper la cadena de comercialización de los medicamentos que los ha llevado a pagar los precios más altos de toda la región.

         A la fecha ninguna entidad, incluyendo la Autoridad del Defensa al Consumidor y Defensa de la Competencia (ACODECO), ha trabajado en una propuesta que ayude a romper la cadena de comercialización de los medicamentos calificada de "cruel" por personalidades como Juan Carlos Tapia.

         Incluso la ACODECO ni siquiera cuenta con un estudio de comparación de los precios de los medicamentos en Panamá, contra la de los países vecinos o a nivel regional.

 




         La entidad que debe proteger los derechos de los consumidores panameños solo lleva una tabla de referencia mensual que compara los precios en las farmacias locales entre el medicamento genérico y el de marca.

         Sin embargo, un estudio del Grupo Centroamericano de Política de Competencia y el BID reveló que Panamá es el país en esta región con la menor disponibilidad de genéricos, solo el 6% frente a la gama de productos de marca.

Aun así, el estudio de Canasta Básica de Medicamentos de la ACODECO da indicios de las distorsiones en el mercado panameño y del abuso contra los consumidores. 

 

         En el reporte de septiembre pasado, la Ceftriaxonia Sódica de 1 gramo de la marca Roche tiene un valor de 25.27 dólares, mientras que el genérico de la casa Vitalis es sólo de 2.74 dólares.

 


UNA AGONÍA POR VIVIR




Los pacientes infectados con el Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH) y la población en general están ante un panorama “muy malo”, según el director de la fundación Probidsida, Orlando Quintero.

Reiteró que hay aspectos bien claros en el manejo del paciente con VIH y con SIDA, donde la continuidad del tratamiento es importante y no puede fallar, porque el virus se controla mientras estén los medicamentos en la sangre.

Sin medicamentos, el virus se activa y en un solo día se puede multiplicar hasta 8 millones de veces.

Quintero resaltó que la calidad del medicamento es importante, que el tratamiento que se le entregue a los pacientes tengan eficacia terapéutica comprobada, lo que debe aplicar para todas las enfermedades crónicas.

Por otra parte, indicó que los infectólogos deben tener tratamiento para las infecciones oportunistas (tuberculosis, toxoplasmosis), ya que afectan a los pacientes que llegan a la etapa SIDA.

Agregó que actualmente no hay un medicamento para las infecciones oportunistas que es muy común, el trimetropin con sulfa, ni intravenoso, ni oral. Ese tratamiento sirve para tratar la neumonía por parásito y toxoplasmosis.

Con los tratamientos antirretrovirales no hay el equivalente a Atripla, que es un genérico. Tampoco Truvada, Teneforvir y Abacavir.

Sobre el Atripla, detalló que lo recibe el 70 por ciento de los pacientes en primera línea, mientras que el Truvada lo reciben los pacientes en segunda línea.

Explicó que la primera línea de medicamentos, cuesta 20.00 dólares al mes por paciente. La segunda línea tiene un costo de 400.00 dólares al mes por paciente y la tercera mil 500 dólares al mes por paciente, o sea que los desabastecimientos constantes llevan a los pacientes de primera a segunda y de segunda a tercera línea.

Quintero expresó que, por cuestiones de costos, lo lógico sería mantener a los pacientes en primera línea con una continuidad de tratamiento y evitando los desabastecimientos.

Tanto la Caja de Seguro Social, como el Ministerio de Salud acaban de pasar un desabastecimiento de Truvada de cinco meses. El proveedor tenía que entregar el medicamento en marzo, porque “no tenía plata para comprar la dotación”.

Sobre eso, dijo que hay una responsabilidad de parte y parte, porque aunque las empresas deben tener liquidez para participar en licitaciones del Estado, este último también debe millones de dólares a proveedores.

Pide al nuevo director de la CSS, Enrique Lau, que "tome el toro por los cuernos" y no permita que la falta de medicamentos siga afectando a los pacientes.

 

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RESUMEN DE CITAS DE LA INFOGRAFIA


  1. https://www.panamaamerica.com.pa/sociedad/los-seis-problemas-cronicos-de-la-caja-de-seguro-social-segun-enrique-lau-cortez-1155791
  2. https://www.tvn-2.com/nacionales/salud/pacientes-vih-panorama-medicamentos-tratamientos-caja-seguro-social-video_1_1242464.html
  3. https://www.tvn-2.com/contenido-exclusivo/caja-seguro-social-cronica-causada-video_1_1022357.html
  4. https://ministeriopublico.gob.pa/mp-investiga-desfalco-efectuado-por-empresas-por-300-millones-de-dolares-de-la-css/

 

 

 

 

 

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